LA GIMNASIA PASIVA

No es un ejercicio en el sentido estricto de la palabra, pero según sus promotores mejora la circulación, tonifica los músculos y contribuye a conservar la figura. Es la llamada gimnasia pasiva, una técnica que utiliza aparatos con un sistema de electrodos de bajo voltaje que se ponen sobre glúteos, piernas y abdomen para estimular los músculos de esas zonas de manera involuntaria.

Los sistemas de gimnasia pasiva llevan varios años en el mercado y prácticamente no hay centro de estética que no los tenga. Más aún, existen aparatos sencillos que promocionan los programas de televentas, que pueden usarse en la casa sin mayor problema.

Vanessa Vargas, de 22 años, dice que la técnica le ha servido: "Comienza suavecito, sientes que te vibran los muslos y la cintura, que se están contrayendo y aunque molesta un poco a uno se le endurecen los músculos. Hice un mes y me sirvió, no sé cómo habría sido si hubiera seguido".

A pesar del entusiasmo de Vanessa, muchos especialistas sostienen que el sistema no sirve para bajar de peso y que sus beneficios son limitados, pues el sistema no implica una
actividad física general: está limitada a los músculos y deja por fuera los sistemas articular, óseo y el cardiovascular. "La gimnasia pasiva no sirve para adelgazar", asegura Harold Arévalo, médico deportólogo de Medical Gym-. "Algunos músculos se pueden trabajar mediante contracciones, pero no mejora el metabolismo que es el que, a la larga, permite la reducción de peso".

No obstante, la fisioterapeuta Adriana Ángel dice que sí funciona si se hace en forma regular. "Si se hace de manera juiciosa y periódica, la gimnasia pasiva sirve para desprender la grasa que se acumula en ciertas zonas del cuerpo-asegura Ángel-. En una sociedad tan dinámica en la que no queda mucho tiempo para hacer ejercicio o actividades físicas, puede servir para mantener el cuerpo en forma". Algo es algo, dirán los perezosos poco amigos del ejercicio.


En resumen, persisten dudas sobre la eficacia y bondades de la gimnasia pasiva cuando el objetivo es quitarse peso de encima, pero algunos insisten en que es mejor que nada. Además, los médicos la utilizan como fisioterapia o para tratar el dolor, entre otros propósitos.


Bajo presión

Otro método que no es propiamente el sistema clásico de gimnasia pasiva
y que algunos centros de estética lo usan para hacer drenaje linfático, es el llamado CPES o método de contrapulsación externa sincronizada. Es una técnica diseñada hace más de cuatro décadas para estimular la circulación, que utiliza unas bandas para adaptar a las piernas y que se inflan y desinflan como los tensiómetros.

Los médicos la recomiendan para mejorar la
función cardiovascular, como alternativa cuando no es posible operar a un paciente con insuficiencia cardiaca o como tratamiento de rehabilitación después de una lesión. "Los pacientes sometidos a contrapulsación externa mejoran su capacidad funcional, pueden tener más actividad y requieren menos medicamentos", asegura el cardiólogo Jorge Mor, quien advierte que la literatura sobre esta técnica como medida de prevención primaria es escasa.

En Bogotá, el Grupo Médico Corazón Joven recomienda este sistema a fumadores, diabéticos, obesos, sedentarios y pacientes con angina de pecho, pues la compresión y descompresión, sincronizadas con el ritmo cardiaco, aumentan la irrigación sanguínea y crean un efecto similar al de la actividad física. Según los conocedores, una hora de CPES equivale a correr 40 kilómetros. Para ver los beneficios son necesarias, por lo menos, 20 sesiones de una hora.

Desde el punto de vista médico, el sistema CPES trae beneficios como sustituto de la actividad física, pero según el internista y cardiólogo Rubén Darío Celis, director del Grupo Médico Corazón Joven, no ha sido posible profundizar más en el tema por la cantidad de intereses económicos existentes.

"Los laboratorios tienen un negocio muy bien montado con los stents y los medicamentos -asegura el especialista y promotor de la CPES-. Por eso no permiten que haya el menor riesgo de perderlo".

USOS MÉDICOS

La gimnasia pasiva se emplea en:

Terapia del dolor: Los impulsos eléctricos pueden modular las señales de dolor enviadas al cerebro por los centros nerviosos.

Rehabilitación y fisioterapia: La corriente activa los nervios periféricos e induce la contracción de los músculos y por eso se usa en el tratamiento de parálisis y atrofias musculares.

Distensión muscular: Los impulsos de corriente constante o con pausas generan contracciones musculares y contribuyen a la distensión de los músculos.

57% DE LOS COLOMBIANOS no hacen ejercicio, según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional.

Fuente:http://www.cambio.com.co